Crecimiento y fortalecimiento de la MUD

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Concluido el proceso comicial del pasado 8D, los partidos que intervinieron en este cívico proceso, deben proceder a una autocritica idónea, que les permita detectar las fallas que se derivan de dicho proceso y establecer mecanismos adecuados, libres de presiones y apremios, demostrar si los resultados obtenidos, están acordes con los objetivos propuestos.
Este imprescindible replanteamiento de juicios y valores proporcionará los criterios que van a servir a esas reformulaciones, que la nueva situación plantee. Es imperativo del momento, no conformarse con la visión que aporta la emoción, por satisfactoria que parezca, sino avanzar más allá, con revisión que aclara y revela hasta el más mínimo síndrome o síntoma, del análisis verificado.
Es que en reciente exposición televisada del Presidente Maduro, notamos con interés, su absoluta falta de objetividad, en el mensaje que en esos momentos emitía al público receptor, pues se trataba de los resultados electorales y fue muy capcioso al referirse a la Alcaldía de Valencia, en buena lid ganada por la oposición. Igualmente pasó en ascuas por Barquisimeto y nada dijo respecto a la tremenda derrota sufrida, a la otrora denominada “ciudad inexpugnable de la revolución”, donde el gallardo paladín Alfredo Ramos, acreditó una victoria sin precedentes. Estimada como el más alto trofeo logrado por la Mesa de la Unidad Democrática.
Sea oportuna esta cita que hacemos de Barquisimeto, eje geoeconómico de la Región Centro occidental, para un engarce, que amplíe esta conceptualización: la MUD obtuvo también brillantes triunfos electorales en Maracaibo, Caracas, con la erguida figura de Antonio Ledezma, en la Alcaldía Mayor, San Cristóbal, brazo de unión con la hermana republica de Colombia, Mérida, la ciudad universitaria por antonomasia. Las emblemáticas ciudades Maturín, de donde son y votan los potentados y oligarcas hermanos Diosdado y José David Cabello, con Barinas se cierra abruptamente, el tan cancareado día de la lealtad y apodada la ciudad belenita de Venezuela y patria chica del extinto Comandante. Cierran el afortunado conjunto de victorias, Maturín, cuna dl eximio maestro Luis Beltrán Prieto Figueroa y Atunes (Amazonas) baluarte de nuestra cosmogonía indígena.
Estos logros que se acreditan con puntual incidencia, se repiten en toda la geografía nacional, en inusitada posición de avance y crecimiento. En la Alcaldía del Municipio Maracaibo, de 18 parroquias, la MUD, adquiere 11. En mi Estado Trujillo, providente bastión rojo, Valera completa pasó a dominio de la oposición. Persiste la misma situación en el inexpugnable Estado Aragua, donde la Alcaldía Rivas (La Victoria) y la Briceño Iragorry, las capta la MUD, en esa cadena de revitalización electoral que viene alcanzando.
Estos descalabrados que son punto de partida de la desintegración existencial del chavismo en Venezuela, despiertan mucha preocupación y desconcierto en la dirigencia. El Canciller Jaua, en declaraciones de Carora, expreso: “Continuar la lucha, para no seguir perdiendo terreno político”. El iracundo Alcalde de Caracas Jorge Rodríguez, se adelantó a decir que “recibió una Alcaldía menos rojita”. El Señor Rafael Uzcategui de hosco temperamento, tempestuoso seguidor del PPT, aliado del Polo Patriótico, con nostalgia reconoció: “La revolución recibió duro golpe en Barinas y Valencia”.
Como la Señora Tibisay, leyó con destemplado semblante un Boletín del CNE, difuso y poco transparente, un análisis de estadígrafos imparciales y competentes, dan a la opinión resultados más convincentes, de donde aparece que el PSUV, experimenta un descenso de 1,6 y la MUD, un crecimiento de 4,6%. La MUD, con 45 alcaldías en 2008, obtiene ahora 76 Alcaldías, que representa un crecimiento de 36,36%. En números claros y exactos, prevalecen estas cantidades de matemática validez: MUD y otros grupos de oposición, obtuvieron 5.494.356 votos, lo que significa 51,31%. PSUV y otros grupos de la alianza chavista, 5.231.190 votos, o sea, 48,69%. Esta es la irrebatible verdad del resultado electoral.
Como se debatía la preeminencia entre civilismo y militarismo, las antípodas de nuestra historia crucial, en tal virtud, participan en la contienda comicial, tres Generales, de cinco estrellas, quienes al entrar en combate son derrotados, sin pena ni gloria. Estas plazas las tenían encomendadas: Luis Bohorquez, Barquisimeto. Jilberto Hernández, la de Valera. Víctor Flores Urbina, la Mario Briceño Iragorry. Ahora y siempre, el civilismo es prez y blason de nuestra historia.

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