A la espera de las gandolas que los surtirían de gasolina de 91 y 95 octanos, se encontraban varias estaciones de servicio del centro de la ciudad. Esto, luego de la falla eléctrica que paralizó las refinerías de Amuay y Cardón.
Al consultarle a los empleados de estas sobre la información que manejaban, manifestaron que sólo les decían “ya venir en el camino”, pero que los despachadores no acotaban si la tardanza se debía al citado incidente.
Ramón Goyo, encargado de una gasolinera en el centro de la ciudad, relató que desde el pasado jueves esperaban por el camión de PDVSA. Debía llegar en horas del mediodía, sin embargo, a las 10:00 de la mañana del día viernes, los trabajadores se encontraban de manos cruzadas, no contaban con producto alguno para despachar.
Goyo explicó que las pérdidas son del 100%, porque el único producto con el que trabajan es la gasolina.
Por su parte, Hernán Solano, surtidor de otra estación de servicio del oeste de la ciudad, relató que habían esperado por más de 24 horas el camión, pero este no había llegado.
Las bombas que se mostraron cerradas ayer fueron aquellas que debían ser surtidas el día jueves y viernes en la mañana, según planificación.
Vale destacar que otras estaciones, laboraron al oeste y este de la ciudad, con total normalidad.
Empleados de estas señalaban que algunas personas se habían acercado con desesperación a los establecimientos, pero al notar que contaban con gasolina para surtir, simplemente llenaban su tanque de gasolina y continuaban.
Explicó Roberto Marcano, despachador de una de las estaciones, que ellos habían sido surtidos el pasado miércoles por la mañana y que esperaban, ayer viernes por un nuevo camión, pero que hasta el momento de la entrevista, contaban con gasolina para el llenado de tanques de vehículos.