Desde hace cinco meses más de 200 familias que habitan en las distintas etapas de la urbanización La Floresta se han visto perjudicados por no contar con servicio telefónico ni de internet luego de sufrir el hurto de los cables correspondientes a Cantv.
“Tengo que ir a casa de mi hermana para poder hablar con mi hija que está fuera del país”, aseguró una de las perjudicadas quien prefirió resguardar su identidad. Si bien han acudido a los organismos correspondientes ya ha pasado casi medio año y no han obtenido respuesta. “Lo último que dijeron es que fuéramos a Conatel, no sé por qué”, expuso.
Aunado a esto, últimamente los apagones también son una constante, para algunos se trata de una regulación, mientras que para otros se debe a alguna problemática de la zona debido a que no se tiene un horario ni un tiempo fijo; esto ha generado preocupación porque se pueden quemar los electrodomésticos que no están protegidos.
“En estos días se han visto camiones trabajando, pero no sabemos si es de la luz o por Cantv; solo esperamos que resuelvan los problemas que tenemos”.
La denuncia fue realizada por distintos vecinos de la comunidad quienes aseguraron que actualmente los padecimientos son múltiples y giran en torno a los servicios públicos.
No solo se trata de la telefonía o el internet, sino que además desde hace una semana han sufrido por la regulación del gas, del cual se surten a través de una bombona general. En el caso de la primera etapa, apenas por cuatro horas al día pueden aprovechar de cocinar, de lo contrario, deben buscar la manera de hacerlo.
La razón aparente es porque no se tiene el suministro en la planta central, sin embargo, los “cuentos de camino” apuntan a que la falta de gasoil también ha contribuido a que los camiones no puedan realizar los recorridos correspondientes.
Si bien en la primera etapa se cuenta con el servicio de manera regulada, son los que mejor suerte tienen puesto que en el resto del urbanismo aparentemente ni siquiera se ven beneficiados durante algunas horas al día, sino que deben solucionar comprando comida, cocinando en hornillas eléctricas o en casa de algún familiar.
“Yo tengo que cocinar contrarreloj y hay ciertas cosas que no puedo hacer porque tardan mucho para cocinarse. He optado por no cenar y solo tomarme un vaso de jugo para ser considerada y no estar gastando tanto gas”, dijo una de las habitantes.
Actualmente La Floresta se ha convertido en “la boca del lobo”, el robo de cables también ha generado que sea poca la iluminación pública que se tiene, además de que el semáforo para ingresar a la zona donde se ubica al urbanismo tiene meses con cierto descontrol que ocasiona colapso vehicular en las horas pico.
