Desde hace varios días la agenda de los medios de comunicación tradicionales -TV, prensa escrita, racio- y los novedosos vinculados a las redes sociales, ha sido establecida en Venezuela por el tema de la enfermedad del presidente Hugo Chávez Frías.
Algunos expertos y otros no tan expertos, pero sí opinadores populares, consideran que este tópico ha sido una jugada maestra del primer magistrado nacional para solapar el impacto de la masiva participación en las primarias de la oposición que contra todo pronostico el 12 de febrero del año en curso supero los tres millones de votos.
En lo particular, consideramos que utilizar este aspecto en una campaña electoral tiene un doble filo, ya que para efecto de los seguidores incondicionales del Presidente esto genera un amalgamiento producto de la solidaridad, compasión, lástima o piedad; pero para el segemento de los indecisos que en mi humilde juicio decidirán el ganador de los próximos comicios que se celebraran el 7 de octubre, producirán un distanciamiento de la opción Chávez, debido a la duda en cuanto a seguir un candidato que ante la adversidad lamentable de un cancer no se presenta como en los viejos tiempos: fuerte, energico, en fin lleno de vitalidad real.
