El presidente mexicano saliente, Felipe Calderón, alertó este sábado de que la democracia está siendo derrotada en países de América Latina y defendió las libertades fundamentales como camino hacia la prosperidad, en la ciudad rusa de Vladivostok, donde participa en la cumbre de la APEC.
“Necesitamos levantar la voz contra cualquier actitud autoritaria procedente de cualquier gobierno, independientemente de que sea de izquierda o de derecha”, dijo Calderón, tras admitir que en América Latina en “algunos casos estamos perdiendo” esa batalla, sin dar nombres de países.
Para el presidente mexicano, que el próximo 1 de diciembre entregará el testigo del gobierno a su sucesor Enrique Peña Nieto, del Partido Revolucionario Institucional (PRI), América Latina está “luchando exactamente entre el pasado y el futuro”.
El pasado significa “economías cerradas, proteccionismo, nacionalismo y expropiaciones de industrias extranjeras, por ejemplo. Y el futuro es libertad, comercio, inversiones tanto nacionales como extranjeras”, porque éstas “significan prosperidad”, dijo.
Y otro tanto ocurre a nivel político: el pasado significa “dictaduras de derecha o de izquierda” que para Calderón son igualmente malas unas que otras.
En Latinoamérica “quizás creímos, probablemente hace 12 o 15 años, que la democracia había llegado, pero necesitamos defender la democracia y la libertad, tenemos que luchar por ellos cada día”, dijo, antes de agregar que “estamos perdiendo estos espacios en varios países (…) y esto no es bueno” para la región.
Calderón, cuyo país es una de las 21 economías del Foro de Cooperación Económica Asia Pacífico (APEC), en el que se sientan países como China o Rusia, era uno de los invitados especiales de la cumbre de empresarios que durante dos días se ha realizado en Vladivostok, ciudad portuaria de la costa pacífica rusa.
“Habrá elecciones pronto, muy pronto en algunos países, por ejemplo, en Venezuela” dijo, tras recordar el “cambio de régimen” operado recientemente en Paraguay, en referencia a la destitución del presidente democráticamente elegido Fernando Lugo por el Parlamento, en la que muchos han visto un golpe de Estado encubierto.
“La cuestión es que mientras (…) seamos capaces de preservar el derecho de la gente a decidir qué gobierno prefiere estamos en el buen camino”, dijo, pese a que la gente puede “cometer muchos errores, incluso mediante elecciones libres”.
“No creo en soluciones autoritarias”, zanjó antes de instar a “mis amigos latinoamericanos” tanto del mundo empresarial y gubernamental como a los líderes de la sociedad civil que “necesitamos luchar y defender los principios de libertad y democracia”.
En su intervención, muy aplaudida, dijo que “futuro en política es democracia, libertad, libertad de prensa, libertad de reunión, derechos humanos”.
Al ser preguntado al término de su intervención por la AFP si al decir esto estaba hablando de países de la APEC, como Rusia o China donde se sigue combatiendo y penalizando hasta con la cárcel la disidencia, dijo que no “quiere juzgar a nadie”, pero que espera que “algún día, todos los países en el mundo cumplan estos principios”.
La prosperidad, dijo, solo será posible en democracia y en libertad, concluyó
