Los sifrinos

Es evidente que todo intento de manifestar descontento por la situación del país es considerado como un acto criminal. Hasta la misma idea de cambiar el rumbo político es perseguida, siguiendo la practica cubana, la de considerar la existencia de una condición pre-delincuencial, una condición que lleva a mantener preso a quien se sospecha que puede llegar a cometer algún delito, aun si aún no lo ha cometido, o apenas lo ha pensado.
En el esfuerzo por descalificar a los jóvenes opositores se utiliza toda clase de argumentos, algunos inventados de cabo a rabo y otros realizados por los mismos acusadores y atribuidos a los opositores. Me refiero en particular a las agresiones contra urbanizaciones y residencias, la destrucción de vehículos estacionados, de portones, ametrallamiento de fachadas, disparos contra personas causándoles mutilaciones y heridas graves con el uso de armas prohibidas expresamente en la constitución o simplemente con uso de violencia extrema, acompañado por la pérdida de autocontrol a que conduce el odio del victimario contra su víctima, etc.
Es notable que la capacidad de mentir del sr. Maduro es tan inagotable como la del Delirante Eterno quien andaba todo el tiempo violando la constitución pero afirmando que “dentro de la constitución todo y fuera de ella nada”. El Hijo Putativo hace lo mismo, pero es evidente con cada vez menos convicción y referenciaa una fulana constitución; calificada, en un arranque de euforia, como “la mejor del mundo”.
Estas acciones delictivas contra quienes protestas son realizadas por dos bandas en particular: la de los aguacates y los autollamados “colectivos por la paz”. Son sin duda, bandas criminales que no solo se dedican a robar, agredir, secuestrar, aterrorizar, levantar falsos expedientes, maltratar y otras minucias a quienes están protestando y a quienes los siguen maltratando cuando ya están detenidos y todo esto en nombre de un fulano socialismo que en todas partes ha fracasado. Pero tengamos paciencia: no hay desastre que dure cien años ni país que lo resista.