Delegados del gobierno y la oposición de Venezuela reanudaron este sábado el diálogo con la promesa de avanzar hacia acuerdos para resolver la crisis política y económica que golpea al país.
«Se avanzó en acuerdos fundamentales, cuyos contenidos exactos serán revelados este sábado», dijo sobre la medianoche del viernes el secretario general de la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur), Ernesto Samper, tras cuatro horas de conversaciones entre las partes en un hotel de Caracas.
Junto con el enviado del papa Francisco, monseñor Claudio María Celli, Samper habló de la posibilidad de que se emita «una declaración de principios» compartidos por los representantes del presidente Nicolás Maduro y la alianza opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD).
La MUD exige la reactivación de un referendo revocatorio contra Maduro -suspendido el pasado 20 de octubre- o el adelanto al primer trimestre de 2017 de las elecciones previstas para fines de 2018.
Samper, en ese sentido, aseguró que durante la cita del viernes entre gobierno y oposición se hizo «un análisis serio de la agenda electoral», pero hasta ahora se desconocen detalles de lo tratado.
Los contactos fueron retomados en la mañana del sábado con el objetivo de afinar detalles en las mesas de trabajo establecidas para el desarrollo de las conversaciones, iniciadas el 30 de octubre a instancias de la Unasur y el Vaticano.
Según fuentes vinculadas a la MUD, la nueva reunión plenaria entre todos los delegados y los acompañantes, incluidos los exgobernantes José Luis Rodríguez Zapatero (España), Leonel Fernández (República Dominicana) y Martín Torrijos (Panamá), se concretará inmediatamente después de las citas parciales.
Luego del encuentro se espera una declaración formal sobre los avances anticipados por el expresidente colombiano.
Sectores sociales a la espera
Samper adelantó que el diálogo será ampliado con la incoporación de dos gobernadores de algunos de los estados del país, uno del chavismo y otro de la oposición, y que además se pactó invitar a la mesa a sectores de la sociedad civil.
El empresariado se encuentra entre estos sectores a los que se le abre la puerta. El presidente de la patronal Fedecámaras, Francisco Martínez, aseguró en una entrevista radial que Celli abogó por la presencia de la organización en el tratamiento de asuntos socio-económicos.
«Fedecámaras cree que el diálogo social es imprescindible para lograr estabilidad en el país a través de medidas coherentes», expresó Martínez.
Según el dirigente empresarial, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) respalda la participación de Fedecámaras en busca de acordar medidas «para dar respuestas palpables al pueblo».
Los venezolanos sufren una grave crisis económica, con una severa escasez de alimentos y medicinas, así como una inflación que el FMI calcula en 475% para 2016.
El gobierno acusa a los empresarios de ser responsables de una «guerra económica» para generar descontento popular a través del desabastecimiento de productos básicos y, así, propiciar la salida de Maduro del poder.
Diferencias en la oposición
La coalición opositora amenazó con retirarse del diálogo si no se consiguen resultados concretos, y retomar su ofensiva: el 1 de noviembre, postergó un juicio parlamentario sobre la responsabilidad de Maduro en la crisis y una marcha al palacio de gobierno.
Al postergar su estrategia de presión y sentarse a la mesa de conversaciones, la MUD, integrada por una treintena de agrupaciones políticas, se dividió.
Quince partidos opositores que se marginaron del diálogo reiteraron este sábado en que «las condiciones no están dadas» para las negociaciones.
En una carta enviada al nuncio Aldo Giordano y a los enviados del Vaticano para el diálogo, Emil Paul Tscherrig y Celli, esos partidos exigieron nuevamente «activar el referendo revocatorio en el 2016, asumiendo esta herramienta como una alternativa pacífica, democrática, electoral y constitucional».
