Ante las persistentes lluvias que han generado afectaciones significativas en varios estados del occidente venezolano (Apure, Mérida, Barinas, Táchira y Trujillo), la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV) ha hecho un vehemente llamado a la acción.
En un comunicado oficial, la CEV resaltó la imperiosa necesidad de que, como sociedad, se fortalezcan las capacidades de respuesta para mitigar los riesgos y garantizar la protección de la vida y el bienestar de todos los ciudadanos.
«Es fundamental que, como sociedad, fortalezcamos nuestras capacidades de respuesta y mitiguemos los riesgos, protegiendo así la vida y el bienestar de todos», expresó la institución en su mensaje difundido en redes sociales.
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La Conferencia Episcopal también reconoció los esfuerzos que están realizando los organismos del Estado para responder a las comunidades más necesitadas en medio de estas circunstancias adversas, destacando la coordinación en las labores de asistencia.
Desde su rol pastoral, la CEV manifestó su profunda cercanía y solidaridad con cada persona y familia que hoy padece las consecuencias de estos embates climáticos, enfatizando el compromiso de acompañamiento en estos momentos difíciles.
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Ayuda a los más vulnerables
Más allá de las medidas preventivas, la CEV enfatizó que la «respuesta más humana y cristiana» en estos momentos de emergencia es la solidaridad activa. Por ello, la institución ha exhortado a todas las instituciones, organizaciones civiles y a cada ciudadano «de buena voluntad» a sumarse a los esfuerzos de ayuda.
La Conferencia Episcopal hizo un llamado explícito a colaborar con Cáritas de Venezuela, una organización que ya ha puesto en marcha diversas iniciativas para brindar el apoyo necesario a las poblaciones más vulnerables y afectadas por las inundaciones y otros efectos de las lluvias. La colaboración a través de Cáritas permitirá canalizar eficazmente la asistencia humanitaria a quienes más lo necesitan en esta coyuntura crítica.