Numerosos dirigentes estudiantiles de la Universidad Central de Venezuela se reunieron ayer en la Plaza del Rectorado con el fin de manifestar su descontento respecto a la inseguridad imperante en el campus universitario.
“Quiero decirle al ministro Rodríguez Torres que tiene cero uno en la boleta en materia de seguridad universitaria”, declaró Hilda Rubí González, dirigente del movimiento Ucevistas y representante estudiantil de la Escuela de Enfermería.
Los jóvenes aseguraron que la inseguridad es un mal que afecta a todas las universidades, entre ellas, destacaron la situación que se vivió en el núcleo Táchira de la ULA.
“Nos encontramos los representantes estudiantiles para manifestar nuestra solidaridad con nuestros compañeros de la ULA, que fueron violentamente reprendidos por los cuerpos de seguridad del estado Táchira”, declaró Enver Conde, Consejero Universitario de la UCV.
El último episodio de violencia que se experimentó dentro del campus fue el asalto a un estudiante de la Escuela de Comunicación Social. Motivado a esto, Jesús Ramírez, secretario general de dicha escuela, afirmó: “Hoy la inmensa mayoría de los estudiantes que creemos en la democracia y en un mejor país, queremos decirle al señor Rodríguez Torres que dé la cara. Le estamos dando 72 horas para que se produzca el diálogo entre su cartera y el movimiento estudiantil”.
Un grupo de estudiantes y profesores de la Universidad Pedagógica Experimental Libertador (UPEL) también protestó en la avenida principal de La Urbina para reclamar mayor presencia policial y medidas para enfrentar la inseguridad en la zona.
El profesor Ángel Alfonzo exigió patrullaje en el sector porque, a su juicio, la delincuencia se ha desbordado en el lugar y toda la comunidad universitaria ha sido víctima de los delincuentes.
Por su parte, el representante estudiantil Cone Quintana llamó al ministro del Interior, al gobernador de Miranda y al alcalde Carlos Ocariz, para que se pongan de acuerdo y atiendan el problema.
También denunció que el presidente Nicolás Maduro le pide a los delincuentes que dejen las armas y «atacan a los estudiantes que protestan en la Universidad de Los Andes (ULA) y otras instituciones de educación superior».