A las 9:30 de la mañana, las edificaciones y los vecinos de la avenida Morán, a pocos metros del Destacamento 47 de la Guardia Nacional Bolivariana, se estremecieron tras una fuerte explosión ocurrida en el edificio Doña Rosa, complejo habitacional que queda al frente del Colegio Montessori.
De inmediato, una cortina de humo y la presencia de fuertes llamas fueron vistas por los vecinos que se asomaron sorprendidos. El fuego avanzaba vorazmente, y la preocupación se hizo mayor cuando en una de las ventanas del apartamento incendiado, una pareja se asomó pidiendo la ayuda de sus vecinos.
Se trataba de Héctor Ramírez, de 36 años de edad, y de Maryori Rodríguez, de 34, quienes tenían detrás al incendio, y delante la altura de cuatro pisos en vertical. Ésta era la encrucijada en la que se encontraban las víctimas, mientras que se desesperaban con el paso de los minutos y la falta de la asistencia. Mientras esperaban a los bomberos, y ya con la presencia de funcionarios de la GNB y de Protección Civil, vecinos improvisaron con dos escaleras amarradas con un cable, pero su dimensión no cubría la necesidad requerida para llegar hasta donde estaban los afectados. Ramírez intentó colgarse de la ventana y alcanzar con sus pies los peldaños de la escalera; ése fue el momento de mayor conmoción, por el riesgo de caer al vacío.
Sin embargo, rectificó y regresó a su posición en la ventana, acompañado de su pareja. Al mismo tiempo, el camión del Cuerpo de Bomberos de Iribarren irrumpió en el lugar e intentó salvar a los afectados. Varios agentes se movilizaron al interior del edificio y otros tantos intentaron desplegar la escalera hidráulica que tiene el camión en la parte superior. Transcurrido un tiempo, algunos bomberos se asomaban por las ventanas aledañas al piso afectado, mientras que otros dentro sofocaban las llamas con extintores.
Al final, la pareja fue rescatada por la puerta principal del apartamento y bajados por las escaleras de emergencia, llevados a una ambulancia que esperaba afuera y, finalmente, trasladados hasta el Hospital Central Antonio María Pineda. Se conoció que los afectados tenían lesiones por quemadura de primer y segundo grado, en las extremidades inferiores y, en el caso del hombre, en la espalda, quien además, presentó quemaduras en 90% de su cuerpo.
Trascendió que un adulto de la tercera edad, de pisos aledaños, recibió oxígeno-terapia por la afección del humo y otras diez personas fueron retiradas del edificio, afectadas por el humo, entre ellas 5 niños y 5 adultos.
El comandante del Cuerpo de Bomberos de la ciudad, Steven Castillo, explicó que no hubo pérdidas humanas pero sí materiales, «tuvimos que reventar varias puertas de los pisos aledaños para controlar la situación», además del piso donde ocurrió el incendio.
Por último, indicó no poder precisar las causas de la explosión y del incendio, sin embargo presume que el hecho tuvo origen al provocarse una fuga de gas en el piso.
Mejoras de los bomberos
Además de los cuerpos de emergencia y rescate, al lugar acudió el alcalde de Iribarren, Alfredo Ramos, y el director del Instituto de Desarrollo Humano, Humberto Agudo, quienes mostraron su preocupación por lo ocurrido.
Ramos expresó que, con la ayuda de capital privado y público, se ha logrado la mejora de este cuerpo asistencial, al mismo tiempo de expresar que la estructura de este edificio incendiado parcialmente ayer, será custodiada en los próximos días por agentes de la Policía del estado Lara, mientras se restablece el funcionamiento de seguridad.
