Compensación y Reciprocidad

La conciencia de la compensación es de los mayores aprendizajes y sabiduría que podemos adquirir en nuestro camino por la vida.
Generalmente vivimos quejándonos al no obtener el empleo o el ascenso deseado, la pareja ideal, el sueño anhelado, etc. De esta manera nos paralizamos, en vez de dar lo mejor de nosotros mismos, dedicarnos con amor y pasión a la tarea realizada, como actitudes idóneas y asertivas.
Los mecanismos de compensación del universo son perfectos. Por eso cuando no obtengas lo que deseas en algún momento, no te desesperes, no te frustres, no te sientas impotente o decepcionado.
En el momento oportuno, cuando estés preparado, lo que tanto anhelas se te concederá y multiplicado. Recordemos que no obstante y a pesar de las pruebas, siempre recibimos un mensaje de fe, de que nunca estamos solos, a través de esa compensación perfecta de la vida y del universo. Se nos presentarán ángeles como manifestación de esta creencia.
Otro gran aprendizaje que podemos adquirir en nuestro camino es la reciprocidad en nuestros intercambios e interacciones humanas, aprender a dar y estar abiertos también a recibir. No es dar con interés o esperar algo a cambio, sino aprender a retribuir cualquier gesto de otras personas.
No podemos ser tan egoistas para creer que nos lo merecemos todo, siendo incapaces de compensar los regalos de la vida, del universo y de nuestros semejantes. La idea debe ser ganar-ganar. Es un error, incluso en cualquier negociación, como la compra de una casa o apartamento, cuando asumimos la actitud defensiva del gato y el ratón esperando quien va a fregar al otro primero, en vez de comunicarnos y llegar a acuerdos que beneficien tanto al vendedor como al comprador.