Lo que para la alcaldesa Amalia Sáez fue un homenaje a los bomberos del municipio Iribarren, hoy en la gestión de Luis Jonás Reyes no significa nada. El Monumento a los Bomberos adornado con áreas verdes se convirtió en un espacio lleno de basura, inmundicia y monte.
La plazoleta ubicada en la avenida Bicentenaria, detrás de la sede de la Universidad Fermín Toro, fue inaugurado el pasado 12 de octubre 2013. Seis años después, refleja desidia, el monte consumió la fuente de agua y el suelo se encuentra destrozado.
El equipo periodístico de Elimpulso.com se percató que los perros
con sarna y ratas ya domesticados compiten por alimentarse
de los desechos que se encuentran en la plazoleta. Las heces con olor fétido y mortecina brotan del lugar.
Algunos transeúntes manifestaron que el Monumento a los Bomberos se convirtió en una guarida para que los delincuentes roben a las personas que transitan diariamente por la zona, mientras que otros señalaron que el sitio sirve de hospedaje para los indigentes.
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