La gran familia lasallista, unida por lazos de fe y caridad fraterna, invocó a Dios durante una santa celebración eucarística que tuvo como propósito agradecer por la dicha y bendición de celebrar un siglo de la llegada de los Hermanos de La Salle a Venezuela, y en especial a Barquisimeto.
“En todo este tiempo nos hemos conducido con el espíritu de Dios e impulsados por la inspiración de nuestro santo fundador Juan Bautista De La Salle y hemos permanecido fieles a un proceso de evangelización, a través de la misión educativa lasallista esparcida por todo el país”, expresó Ana Leyda Palma, directora del plantel, al inicio de la misa realizada en el gimnasio Hermano Gaudencio, en presencia de sus 960 alumnos, docentes, exalumnos, hermanos religiosos, seglares asociados y jóvenes de la Región Latinoamericana de La Salle (RELAL, México, Argentina, Ecuador, Brasil y Colombia).
Los frutos cosechados desde cada escenario escolar de la congregación en el país son evidentes durante los cien años de historia. El mayor orgullo es que la semilla de educación, fraternidad, justicia, amor, libertad y paz se sembró en Barquisimeto, y con el pasar de los años se distribuyó en otros estados del país.
El discurso del hermano visitador Antón Marquiegui invitó a los presentes a “agradecer por los logros alcanzados hasta ahora y a soñar un país mejor, con un futuro grande y con mejores docentes cada día”.
Dos acontecimientos importantes se celebraron el miércoles en la mañana en el Colegio La Salle. En primer lugar, el inicio de tiempo litúrgico ‘cuaresma’, con la imposición de la ceniza, y los 100 años de la llegada de los hermanos de las escuelas cristianas a Venezuela.
“Esta institución es el primer icono y patrimonio cultural porque es adonde llegaron los hermanos hace un siglo”, acotó la directora del colegio.
Marquiegui, hermano visitador (coordinador general de las obras lasallistas en el país), destacó la importancia de los 100 años del Colegio La Salle Barquisimeto “en un país donde se siente su impacto social y evangelizador. En todo este tiempo hemos acompañado a Venezuela en sus problemas, en su búsqueda de desarrollo y en sus buenos momentos, siempre con el objetivo de formar gente independiente, crítica y útil; con una visión del cristianismo que no puede separarse de la vida misma, con servicio a la comunidad y su gente.
Hoy tenemos exalumnos en todas las posiciones políticas y porque desde la fundación hemos estado abiertos a todas las corrientes del pensamiento porque entendemos que la educación debe propiciar la libertad y lo mejor de las personas”.
La cercanía y la hermandad de los docentes con sus estudiantes ha sido una de las claves del éxito de la educación lasallista.
Al final de la misa, los alumnos que egresarán este año del último año de bachillerato y educación técnica, integrantes de la promoción número 100, entonaron el himno del colegio y el cumpleaños feliz, con gran alegría y gozo por formar parte de la historia centenaria de la institución.
Fotos: Dedwison Álvarez
