Más que una institución pública, el Centro de Servicios Residenciales José María Pereira de Daza, del INASS Lara, es el hogar de abuelos de bajos recursos, muchos de ellos, rescatados de la soledad de las calles para vivir en un espacio donde las atenciones y el cariño están a la orden del día.
Poco más de 100 servidores trabajan arduamente en los tres programas que benefician a estos adultos mayores, sin embargo los recursos se han vuelto insuficientes para cubrir todas las necesidades del centro.
Esta institución depende 100% del Ejecutivo Nacional, luego que la Gobernación de Lara, hace poco más de un año, dejó de otorgar los recursos para la manutención de los adultos mayores.
“Queremos acercarnos a la Gobernación y ver la posibilidad que estas ayudas vuelvan a ser otorgadas porque son necesarias. Tenemos el dinero contado para las comidas y medicinas de los abuelos y en ocasiones entre los trabajadores reunimos dinero para comprar la comida del la semana, así vamos llevando la institución”, explicó Isaura Pérez, quién desde hace 24 años labora en este centro y desde hace tres meses ostenta el cargo de directora del INASS Lara.
Los abuelos son los que han sufrido las consecuencias del recorte presupuestario, ya que desde la fundación de este centro, en 1978, la Gobernación había realizado un sustancial aporte.
A plenitud
Dentro de este hogar, los abuelos conviven felices, cuentan con amplios espacios para su recreación y cuidados además de un equipo que además de amar sus labores, se empeñan por brindar la mejor atención a los adultos mayores.
Actualmente se benefician 69 abuelos, de los cuales 16 son mujeres y 53 hombres, 12 de ellos tienen familiares pero sólo 8 reciben apoyo para costear sus medicamentos y reciben ayuda. Los demás viven con sus pensiones y todo el amor que reciben de los servidores del centro.
Además, cuentan con actividades recreativas y formativas, como una Gerogranja en la cual se encargan de sembrar hortalizas y verduras que son posteriormente puestas a la venta.
Cuentan con cursos socioproductivos, manualidades, laborterapia y ejercicios. También dentro del centro, reciben aparte de sus tres comidas y meriendas especiales, atención médica con médicos geriatras y especialistas de altura.
“A pesar de ser una institución pública, tenemos calidad de privado y tratamos de mantener todas las instalaciones perfectas y para el beneficio de los abuelos”.
Toda colaboración para este centro es bien recibida, entre ellos víveres, enseres de aseo personal y ropa para los abuelos. Sobre todo, la compañía para estos abuelos que se han quedado sin familia de sangre.
Si desea colaborar con el centro en esta época de navidad, puede comunicarse al teléfono 0251-2324907.
