Los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP) han sido creados con el fin de llevar alimentos a la mesa de cada venezolano, en vista de la cantidad de “bachaqueros y acaparadores que inciden en la guerra económica”, refirió el Gobierno. Los CLAP garantizarían a la sociedad una distribución de alimentos frecuente.
Según el decreto de Estado de Excepción publicado en la Gaceta Oficial 6.227 a los CLAP les compete: “la garantía, incluso mediante la intervención de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana y los órganos de seguridad ciudadana… la correcta distribución y comercialización de alimentos y productos de primera necesidad”.
De esta manera, el Gobierno optó por controlar la distribución de los rubros básicos a través de comités que están conformados por un representante de la Unión Nacional de Mujeres (Unamujer), Unidades de Batalla Bolívar-Chávez (UBCH), Frente Francisco de Miranda (FFM) y los consejos comunales que conforman una determinada región. Posteriormente se discute la ruta por la cual se llevará a cabo la distribución de rubros para cada familia.
Sin embargo, el plan no resultó ser como se había previsto, ya que la distribución no se está llevando a cabo de una manera uniforme a toda la sociedad. En el caso del estado Lara, se consultó a algunas personas sobre cómo habían sido beneficiadas por esta bolsa de comida, a lo que la mayoría contestó “no sabemos qué llegará en la bolsa, nos ofrecieron una cosa y llegó otra, “dijeron que llegaría cada 15 días y no ha llegado nada desde hace dos meses y medio”, mientras que otras personas aseguraronque “a mí me llegó una bolsa bien resuelta, me llegaron varias cosas pero no lo que me habían ofrecido”.
Durante una manifestación descomunal de personas haciendo una cola al norte de la ciudad de Barquisimeto a la altura de la pasarela (El Cují), varios ciudadanos gritaron molestos: “¡No queremos a los CLAP, son ladrones, preferimos hacer colas semanales y conseguir productos a tener que esperar un mes para que nos lleven a la casa una miseria!”, se pronunció una ciudadana quien prefirió no identificarse.
No obstante, un ciudadano de Bobare reveló que había recibido una bolsa de este comité que contenía: 4 kilos de harina, 2 bolsas de pasta, 2 kilos de arroz, 2 litros de aceite, 2 litros de leche, 3 kilos de caraota y 1 kilo de jabón en polvo. Todo lo mencionado lo pagó en 2.200 bolívares. Es necesario determinar la razón por la que no todos los ciudadanos están siendo beneficiados por este proyecto, ya que otras personas denunciaron que recibieron en la bolsa solo tres rubros, como por ejemplo 1 kilo de harina, 1 kilo de arroz y 1 kilo de caraotas.
En El Tocuyo se han registrado protestas por falta de comida, se consultó a distintos residentes de la zona sobre cómo estaban recibiendo la bolsa de los CLAP, la mayoría contestó que desconocían los productos que serían entregados, otros se pronunciaron molestos y denunciaron que les estaban cobrando hasta 5.000 bolívares por una bolsa, mientras que una mujer indicó que le habían ofrecido hace más de dos meses una bolsa con todos los rubros básicos y aún no la recibía.
Los precios de las bolsas oscilan entre los 800 bolívares y los 3.000 bolívares. No se maneja un precio global ya que los CLAP dependen del producto que haya en el mercado. En algunos lugares de Barquisimeto se especula que la bolsa la han querido vender a 8.000 bolívares e incluso hasta en 10.000 bolívares.
Por otro lado, la Asociación Civil Fuerza, Unión, Justicia, Solidaridad y Paz en Lara (Funpaz), organización no gubernamental que lucha por los derechos humanos en Venezuela, ha monitoreado las protestas que se registran en la región y entre ellas las que tienen relación con los sistemas de distribución de alimentos, sobre todo desde el mes de abril.
Andrés Colmenares, coordinador de Funpaz en Lara, explicó que los CLAP son una forma de discriminación porque hace una segmentación de las familias por categoría, clase e incluso hay testimonios de personas que han sido amenazadas con no recibir la bolsa de alimentos si no son adeptos al Gobierno.
Según Colmenares entre el mes de abril y principios del mes de junio se registraron 34 protestas en contra de los CLAP y 2 manifestaciones a su favor. De estas últimas, una fue en el municipio Simón Planas y la otra en Iribarren. Mientras que las protestas en contra se suscitaron en los municipios Crespo, Iribarren, Jiménez, Morán, Palavecino y Simón Planas.
El resultado de estas cifras demuestra claramente “el rechazo del pueblo ante estas políticas autoritarias del Gobierno”, manifestó Colmenares. Expuso que abunda el desorden y no hay ningún lineamiento de distribución que establezca normas o condiciones justas para que los alimentos lleguen a la mesa de todas las familias por igual.
Agregó que el sistema aplicado por el régimen es muy extremista, debido a que “es una estrategia para agarrar votos jugando con el hambre del venezolano”. Reveló que el Gobierno ha asumido cada vez más el control de la distribución de alimentos, desde el año 2008 cuando se aplicó la Superintendencia Nacional de Silos, Almacenes y Depósitos Agrícolas (SADA); desde entonces el régimen normaliza y regula la distribución de alimentos de primera necesidad.
Finalmente Colmenares expresó que la única salida es que el Gobierno se limite a ejercer más poder del que ya tiene, “es peor el remedio que la enfermedad” recordó, haciendo énfasis en la grave situación inflacionaria que atraviesa el país.
Mientras tantos, algunos ciudadanos insisten en que “está de maravilla ese sistema”, ya que han recibido algunas bolsas de comida. Sin embargo, a pesar de que están de acuerdo con el sistema de distribución de alimentos, rechazan lo poco frecuente que surten la bolsa.
“Con los CLAP se les acabará el jueguito a los bachaqueros porque no podrán hacer trampa”, manifestó un ciudadano contento tras recibir su bolsa de comida. Mientras que otra ciudadana, a pesar de haberla recibido, insistió en que no era suficiente para todo el mes.
Estas personas no se quejan de las intenciones de las autoridades por hacer llegar el alimento directo a sus casas, lo que les genera molestia es que la bolsa tarde en llegar.
Otra ciudadana, quien no quiso identificarse, destacó que los CLAP son la mejor forma de “luchar contra esta guerra económica” que se apoderó de Venezuela.
