La descomposición social que actualmente vivimos los venezolanos, es el resultado de una serie de acontecimientos que han ocurrido desde hace 23 años, cuando se produjo el famoso evento denominado El Caracazo, en febrero de 1989. Es difícil olvidar aquellas escenas en las que una gran parte de la población salió a las calles a protestar contra las medidas tomadas por el gobierno del presidente Carlos Andrés Pérez (Q.E.P.D.). Negocios saqueados, miles de muertos y heridos, todo un escenario nunca antes imaginado. Transcurrieron apenas tres años y en la madrugada del 4 de febrero de 1992, un grupo de militares golpistas, comandados por el teniente coronel Hugo Chávez Frías, irrumpe en el escenario, proclamando el nacimiento de un nuevo movimiento de salvación nacional. Afortunadamente el plan golpista fracasó, pero encontró apoyo en líderes como el Rafael Caldera (Q.E.P.D.) y otros más, quienes aprovecharon la ocasión para relanzar sus proyectos políticos. De esta forma, llega nuevamente a la presidencia Caldera, apoyado por el movimiento convergencia, y una de sus primeras acciones es indultar a los militares golpistas de 1.992. Este acontecimiento fue rechazado por varios lideres de la sociedad, debido a que era contrario al espíritu democrático que se vivía en Venezuela. Transcurren los años y en 1998, luego de recibir adoctrinamiento en Cuba y apoyo financiero de varios sectores nacionales y extranjeros, Hugo Chávez Frías presenta su candidatura presidencial anunciando el nacimiento de una nueva república, lo cual animó a muchos venezolanos a votar por él. Llega a la presidencia en febrero de 1999, pero en el discurso que dirigió a la nación, manifestó que también robaría para dar comida a su hija, a partir de ahí se ha desatado una ola de violencia jamás vista en nuestro país.
Neptalí Paredes
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Gobierno como máximo culpable
El gobierno es el único responsable de la inseguridad que hay en el país. Ellos deben tomar medidas para evitar robos, violencia…
Jesús Yánez
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Violencia e inseguridad
Venezuela es un país aquejado por los hechos de violencia, por la corrupción que afecta al Estado, por las complejas organizaciones criminales que azotan el territorio venezolano y por los delitos que acosan, sin pausa, al ciudadano común. Esa realidad demanda respuestas del Estado y, evidentemente, la colectividad exige soluciones positivas y certeras. Ese es el reto para que la libertad siga siendo la regla general y la prisión la excepción. La inseguridad nos ha vuelto a golpear. La muerte en cualquier circunstancia de un niño, adolescente o adulto nos conmueve y estremece. En el caso de la joven Karen Berendique, hija del cónsul chileno en Maracaibo, constituye una prueba más del clima de descomposición social que estamos viviendo y en donde se podría hablar sin exageraciones de una crisis que, literalmente, nos está llevando al colapso definitivo y al hundimiento pleno de un país. Todos debemos denunciar a los delincuentes y los grupos al margen de la ley pero, de la misma manera, hay que denunciar a aquellos que generan una enorme intranquilidad y arrastran a la sociedad al suicidio colectivo. Es molesto hablar reiteradamente de la inseguridad en Venezuela, pero más incómodo es ser víctima de ésta. Lo preocupante es que en esta entidad ya es difícil transitar tranquilamente, pues se corre el riesgo de ser atracado, asaltado, secuestrado o ser agredido físicamente por bandas armadas. Los hechos de inseguridad que se han registrado en los últimos meses en Lara, nos llevan a reflexionar sobre lo que está sucediendo, y a pedir a las autoridades más controles y nuevas estrategias contra la delincuencia común y organizada. Unamos esfuerzos y apoyemos nuestras instituciones, esta es la mejor herramienta para combatir a los violentos. No podemos dejar de lado el llamado a nuestros conciudadanos, para que apoyen a nuestra policía con información concreta y precisa de lo que viene sucediendo en el vecindario, la colaboración ciudadana es clave y vital en la lucha contra la delincuencia, algo que está plenamente comprobado. Es muy preocupante que algunos fiscales, jueces y magistrados estén utilizando la justicia con propósitos diferentes a los de castigar a quienes quebrantan la ley, que la estén usando no solamente con fines políticos sino también, para descargar venganza.
José Fabio Oronoz
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Causas de la inseguridad en el país
Este tema es harto difícil decir qué lo ha originado, porque tiene varias vertientes a través del tiempo y la desidia de quien, en su oportunidad, ha estado al mando del poder y se hicieron los locos o simplemente les importo un comino el devenir de inseguridad en la sociedad. También la familia tiene su cuota de responsabilidad, ya que tanto el padre como la madre, carecen del carácter concientizador con el cual formar a los niños, quedando al libre albedrío de la problemática existente en las calles. Además, las instituciones del estado responsable de la seguridad y la justicia no dan pie con bola, por el contrario, estas conforman un nudo gordiano en las soluciones sobre este mal.
Por otra parte, los organismos que, supuestamente, luchan en defensa de los derechos humanos, son ápices para generar más inseguridad, ya que defienden de una manera excelente a los victimarios, sin tomar en cuenta a las víctimas de los hechos delictivos, quedando estas personas huérfanas de toda posibilidad de defensa, sólo los políticos aprovechan estas oportunidades para tener una carta de presentación y poder mostrar algo, para que la gente crea que es un defensor de los pobres y necesitados.
Pero en los últimos años se ha generalizado las causas que dan origen a la inseguridad. La violencia verbal que hemos sentido por parte de aquel que funge como primer mandatario, es una causal de la altísima explosión de la delincuencia en todos sus niveles, y su concatenación con la no aplicación de la justicia, ha contribuido a la altísima tasa de incivilidad. A su vez las políticas creadas para paliar un poco la problemática son ineficientes, ineficaces, absurdas, inaplicables, y son formuladas por inexpertos que solo cumplen una función ideológica.
Nadie hace nada por evitar la situación caótica en que esta inmersa la población en todas partes, no hay un lugar en donde no exista la inseguridad. Lo único que se hace es dar charlas, talleres, foros, debates estériles, los cuales no llegan a nada, pero si se pierde un tiempo valioso en tantas soluciones teóricas con conocedores de la materia. ¡Todo es un barril sin fondo!
Todos estamos indefensos, tanto social como jurídicamente, y hasta de los derechos humanos. El asesinato de la hija del cónsul representa una afrenta a todos los venezolanos por las implicaciones que esto representa; además, que los supuestos asesinos pertenezcan al CICPC, le da características alarmantes y preocupantes al asunto de inseguridad. Ojala se maneje este caso con la prudencia y contundencia que se amerita. Asimismo que sirva como punto de inflexión para generar políticas que vayan en consonancia con el crecimiento de la nación.
Rafael Ruiz
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¿A dónde han ido a parar los Valores?
Desde hace 13 años estamos oyendo de los altos personeros de este Gobierno expropien, invadan, roben, porque «todo es del pueblo y para el pueblo», con un lenguaje impropio, inadecuado, descalificador e intolerante de un Presidente, arengando al pueblo a cometer desafueros contra el ciudadano decente, trabajador, responsable quien se ha sacrificado para producir bienes para el país.
Estamos viviendo en una Venezuela donde los valores y principios morales, sociales del respeto, la tolerancia, el ayudar al otro han quedado a un lado, para dar paso a nuevas formas de pensamiento que se le han impuesto a los necesitados, a los desamparados a los desempleados y a todos aquellos que no tienen una fuente de ingreso para llevar «el pan para sus hijos».
Todo este cuadro desalentador, triste ha llevado al País por el camino del abismo, de la inseguridad que día a día nos agobia, menos a los personeros del Gobierno, a quienes no les preocupa ni les importa y menos aun les interesa la Venezuela que estamos viviendo con problemas tan apremiantes y que no se les buscan soluciones como la inseguridad, el desempleo, la escasez de alimentos, la falta de vivienda, la contaminación ambiental, los apagones. Todo este clima se ha ido acrecentando en el venezolano llevándolo a actuar con violencia sin importar la vida de él ni la de los otros. Es impresionante las cifras de asesinatos y de secuestros que se cometieron el año pasado y los responsables de la seguridad y bienestar del País, comenzando por su Comandante para quien pareciera que son hechos normales.
En los últimos días, las informaciones relacionadas con la inseguridad y la violencia han aumentado a tal punto que hoy día es el tema de conversación de todos los venezolanos, como ha ocurrido con el caso de la joven hija del cónsul de Chile, vilmente asesinada por funcionarios del CICPC y más desgarrador la narración de su hermano que vivió esos momentos difíciles. ¿A dónde han ido a parar los valores?
Para el Presidente y su Gobierno es más importante comprar misiles , tanques, barcos, aviones y tantas armas sofisticadas, que resultan de poca utilidad para combatir el hampa, la delincuencia, la violencia social y la inseguridad que vive actualmente Venezuela. Es asombroso como han aumentado los grupos armados, violentos que han creado zozobra, miedo y malestar en nuestra población, alejando a los inversionistas, al empresario, al productor, quienes han encontrado en otros países, la seguridad que tanto anhelamos los venezolanos.
Pero una luz de esperanza se ha sembrado en Venezuela, todos deseamos un cambio radical de Gobierno, de manera de enfrentar los problemas urgentes e importantes del País, de presentar al mundo la Venezuela trabajadora, optimista, progresista que desea recuperar los valores morales y sociales que hicieron que todos voltearan su mirada sobre nuestro País. El cambio de Gobierno debe ir a la par del cambio de valores en el venezolano, es imprescindible si deseamos progreso, hay un camino y no podemos descuidarlo.
Emilio A. Carao T.
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Causas de la inseguridad
La impunidad cabalgante que a diario se manifiesta en los tribunales venezolanos. En cierta forma, muchos piensan que es por temor de parte de los que administran justicia, emitir sentencias que pudiesen perjudicar su “puesto de trabajo” y/o, en todo caso, las actas procesales o diligencias sobre un delito no este bien fundamentado y, por ende, el juez deba sentenciar de acuerdo a su máxima de experiencia y ajustada a derecho. Podríamos decir, además, que aun cuando la inseguridad acelera, no observamos que el gobierno se preocupe por dictar políticas de seguridad en materia delincuencial (Ni siquiera en prevención de sismos), no existen programas educacionales a ningún nivel (sólo en las facultadades de Derecho) que haga saber a los estudiantes que cometer delitos afecta toda la sociedad en general, en todos los extractos sociales. Ni las comunidades ni los individuos, pueden tomar la ley por sus manos, eso es incorrecto; no creo que las comunidades comiencen a montar su propio sistema de seguridad porque se convertirían en una guerrilla civil; es el estado quien debe tener la total responsabilidad de la seguridad ciudadana y el control del uso de la fuerza.
Deben existir campañas sobre la prevención y así erradicar este flagelo que no esta degenerando como sociedad, por ejemplo, los valores religiosos en toda su extensión son, de alguna forma, maneras disuasivas de manifestar el castigado que acarrea una fechoría. El discurso violento que escuchamos por los medios de comunicación, por algunos personeros del gobierno, que difunden o emiten improperios empujando más a la violencia que se transforma en inseguridad es una de las causas principales de este problema.
Jairo S. Ojeda Palma
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¡Todo empieza en casa!
La principal causa de la inseguridad, aunque usted no lo crea, está en su casa, así como lo lee. Eso es falta de educación familiar, si su hijo llega a su casa con algo que usted no le compró, y usted no le pregunta de dónde lo sacó, cuando le llega un vecino y le pone una queja de su hijo, y usted no averigua sino que insulta a su vecino, su hijo dice: “mis padres me defienden porque yo soy el chévere”, ¿usted sabe qué está haciendo? Está formando un delincuente, alguien que le va a causar muchos problemas a usted y a la sociedad. Hay que educar al niño para no castigar al hombre. Es mejor que el niño llore y no que la madre llore cuando su hijo vaya a la cárcel o al cementerio.
Hilario Aguilar
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Próximo Tema:
Causas de la inseguridad en el país
Debido a la gran cantidad de cartas recibidas por ustedes, hemos decidido prolongar una semana más el tema de las causas de la inseguridad, un problema que padecemos a diario los venezolanos y que ha enlutado a millares de familias. Por eso necesitamos seguir conociendo las opiniones sobre, ¿Cuáles crees que son las causas de este flagelo?
Envíenos su opinión a [email protected] antes del viernes 30 de marzo, y serán publicadas el próximo lunes 2 de abril en la página 2 del primer cuerpo, en la Página de los Lectores.
